El encargado de la delegación de la SEDESOL, Álvaro Humberto Reynoso Ríos, alias la oreja de Cabeza de Vaca, quiere borrón y cuenta porque asegura que como todo ser humano él también puede cometer errores. ¿Qué tal?
Y es que cuando fue delegado de la Secretaría de Gobernación (Segob) en el 2007, fue descubierto grabando conversaciones telefónicas a ciertos personajes del geñismo, y esto obligó a que el gobierno federal lo sacara de esa posición, porque se estaba metiendo en asuntos algo delicados.
Asegura que Alejandro Sáenz Garza lo invitó a ocupar la Secretaría General Adjunta del PAN, porque estaba en puerta un proceso electoral algo competido y necesitaban de su ayuda. No pues sí, ha de ser muy chingón para operar elecciones y ahora entendemos por qué lo trajeron.
Pero bueno, dice que después se retiró de la política y del servicio público, y que en el 2009 el subsecretario de Gobernación, Gerónimo Gutiérrez Fernández, lo invitó a ocupar la dirección regional de la Segob en la zona sureste del país, en la cual duró hasta enero del 2010 y nos imaginamos que de igual manera, la hizo de oreja de esta dependencia.
Que luego, el Secretario de la SEDESOL, Heriberto Félix Guerra, lo invitó a ser uno de sus asesores, y que estuvo en la dirección general adjunta de Vinculación Interinstitucional, donde atendía a presidentes municipales y hasta legisladores. No pues qué bien.
Así que por ello, lo enviaron como encargado de la delegación en Tamaulipas y dice que desconoce cómo va la investigación de la ex delegada Luz Irene Alzaga Madaria, pero estamos seguros que sí lo supiera tampoco nos lo diría. ¿O sí?
El caso es que su jefe político, Francisco Javier “El Trampas” García Cabeza de Vaca, fue el que orquestó su caída y con ello, automáticamente se echó de enemigo al Grupo Tampico, ya que Luz Irene estaba en esa posición por recomendación de ellos, y ahora, cuando busque la candidatura al Senado por el PAN, seguramente hablarán con los altos mandos de ese partido para que no se la den, y ya veremos hasta dónde llegan, porque eso de acusarla públicamente de utilizar los recursos públicos en su beneficio fue una grave ofensa, que la tampiqueña sabrá cobrar en su momento, de eso estamos seguros.
Por otra parte, la oreja de Cabeza de Vaca, asegura que el estereotipo que existe sobre su persona es equivocado. Que se le acusó de cosas sin sustento. Que la Segob no se dedica a la investigación política y al espionaje, y que el panorama que ahora se vive en Tamaulipas lo motivó a aceptar esta posición en la SEDESOL.
En fin, como podemos ver, este cabecista trata de limpiar su imagen pública pero esto será muy difícil que lo consiga, ya que el vínculo que tiene con Cabeza de Vaca lo mantiene, y es muy coincidente, que después de que éste provocó la salida de Luz Irene Alzaga Madaria, su oreja, o sea él, llegue y se haga cargo de este puesto. ¿Qué les parece?
Cambiando de tema. La regidora porteña, Georgina Barrios González, es muy optimista y dice que los cambios que se han dado en todos los comités del PRI ha prevalecido el consenso y descartó que el “fast track” se haya dando en la zona sur.
Sin embargo, sería bueno que les preguntara a los presidentes de los seccionales si acaso les pidieron su opinión, para que Pepo Mathieu fuera su dirigente municipal.
Si lo hace, estamos seguros que se llevará una gran sorpresa porque hasta donde sabemos, en el pleno de la cúpula donde lo destaparon, hubo cierta oposición porque nadie lo quería como dirigente. Pepo es un priista desfasado, sin visión de lo que debe hacer el PRI en estos momentos, y mucho menos tiene la emoción para encabezar el trabajo político. Así de simple.
Para finalizar, de Reynosa nos informan que Pepe Elías Leal anda ofreciendo obras y apoyos por todas las colonias del municipio. Dicen que buscará la candidatura a la diputación federal porque el Negro Gamundi le aseguró que lo apoyará desde el CEN del PRI para que le den la candidatura.
Sin embargo, Pepe Elías se olvida que aquí en Tamaulipas para esos asuntos de la política sólo existe una ventanilla a la que se tiene que acudir, y más vale que no se caliente porque como decía aquél que se fue, no le vaya a dar un golpe de calor. Ni más ni menos.
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