Reynosa y Altamira son mejor inversión

El gobernador Egidio Torre Cantú asegura que el mega proyecto turístico de La Pesca, llamado “Costa Lora” no está desechado, pero necesita que inversionistas privados le metan más de cuatro mil millones de pesos para echarlo a volar.


No pues si. Tiene mucha razón. Pero ahora no sabemos quiénes serán los valientes empresarios que le apuesten a este Mega-Sueño-Proyecto ya que se encuentra ubicado en una zona de alto riesgo y no creemos que alguien que al menos esté en sus cabales esté dispuesto a arriesgar su dinero para ver cómo se lo comen los tiburones.

Así que reconocemos que el gobernador Torre Cantú tiene buenos deseos para que se lleve a cabo este sueño, pero le conviene más promover a Playa Miramar porque ahí es donde se tiene la infraestructura turística adecuada, para que los empresarios le apuesten a lo seguro.

Sin embargo, si quiere dejar huella en sector turístico pues la tiene más fácil porque en Reynosa, tiene la laguna La Escondida, que es una reserva natural protegida, cuya superficie supera las 320 hectáreas, y con inversión de PEMEX se convertirá -dentro de poco- en un cuerpo acuático limpio, turístico y atractivo para la flora y la fauna.

De tal manera que si el gobierno del estado la promueve con algunos inversionistas, pudiera convertirse en un parque natural y el turismo del Valle de Texas y de otros lugares de los Estados Unidos, podrán venir a este municipio de la frontera el cual tiene toda la infraestructura turística necesaria para atender a sus visitantes.

Y por otro lado, en Altamira tiene Playa Tesoro, proyecto turístico de grandes dimensiones que en el corto plazo le puede redituar al sur de Tamaulipas mayores ingresos, y creemos que Costa Lora el cual fue siempre tan solo un sueño o mejor dicho una pesadilla, tardarían muchas décadas para que prendiera en ánimo de los turistas.

El caso es que a estas alturas del desarrollo del estado no se puede andar reviviendo muertos, como Costa Lora o el Canal Intracostero, que un día fueron producto de las elucubraciones de los gobernantes en turno y que a los tamaulipecos nos costaron mucho dinero porque se fue directamente a la basura.

Ojalá que el gobernador Egidio Torre Cantú no pierda su tiempo en andar buscando inversionistas para que lo vuelvan a activar, porque sería mucho mejor que los buscara para que invirtieran en Reynosa y en Altamira, donde se tiene toda la infraestructura necesaria para crear, eso sí, un proyecto de largo alcance que pudiera estar listo antes de que termine su mandado. ¿Cómo la ven?

Para finalizar, Juan José Espino Ascanio, delegado de la CONDUSEF, dice que es necesario promover entre la población, el uso de los seguros para que los ciudadanos protejan sus viviendas y bienes de los efectos de algún incendio, o de un fenómeno natural, como ciclones, sismos e inundaciones, entre otros. ¿Cómo la ven?

Asegura que de un millón 168 mil 418 viviendas que hay en Tamaulipas sólo 41 mil 478 están aseguradas, lo que equivale al 3.5 por ciento del total.

Sin embargo, sería bueno recordarle al señor delegado que los tamaulipecos, así como la mayoría de los mexicanos, no aseguran sus casas no porque no quieran, sino porque no tienen dinero, ya que el costo de la vida es muy alto y el gobierno de Calderón ha mantenido las reservas a buen resguardo, dizque para que no suba la inflación y controlar los vaivenes que tiene la macroeconomía. ¡Qué bárbaro!

Con esto confirmamos que los panistas del gobierno federal caminan por un lado y la mayoría de los mexicanos por otro y luego así quieren repetir en la Presidencia.

Antes de irnos, todo indica que en los próximos días Rigoberto Garza Faz será nombrado como el nuevo dirigente del PRI en Reynosa, dejando a un lado al diputado Carlos Solís Gómez, quien ahora sí tendrá que aplicarse más a sus labores legislativas y gestiones con la gente. Ni más ni menos.

Al cierre. Ya nos enteramos que en el 94% de los municipios del país no hay librerías y el índice de lectores de libros es uno de los más bajos de América Latina. Por otra parte, según la Universidad Johns Hopkins, México tiene uno de los porcentajes más bajos del mundo de población activa ocupada en organizaciones civiles (0,04% en México; más del 2% en Perú y Colombia). ¿Qué tal? Por eso, estamos como estamos.