Desafío del PAN

La disputa por controlar el Partido Acción Nacional en Tamaulipas ha provocado que se fracture. Que sus militantes y simpatizantes se alejen de sus filas y que le pierdan confianza a una de las tres opciones políticas más fuertes que hay en el mercado electoral rumbo a las elecciones federales del 2012.


Y es que al interior de Acción Nacional ninguna corriente, grupo o dirigente ha logrado el consenso de la mayoría en el estado, como para diseñar un plan estratégico que aumente su militancia, forme una estructura política fuerte y crezca su presencia en los municipios. Así que estos pleitos internos los pone casi a la par que el PRD, quien se ha convertido en una organización política amorfa, que no tiene alma, cuerpo y mucho menos corazón.

Esto nos confirma que los partidos políticos son las organizaciones de la sociedad que los ciudadanos le tienen menos confianza, ya que sus dirigentes y los grupos que los forman, momentos previos a las elecciones, casi siempre hacen evidente sus diferencias, sus ambiciones por imponer las candidaturas y tener el control absoluto de su partido.

El asunto es que esta situación le conviene al PRI y al PRD porque se quitan de encima al adversario más peligroso que pudieran tener en el escenario estatal y les deja libre el camino para luchar por el triunfo electoral, aunque el tricolor tiene mucha ventaja, porque es el partido político de Tamaulipas que cuenta con una estructura mejor preparada para pelear electoralmente.

El panista Ubaldo Guzmán Quintero así lo confirma cuando comenta que su partido en el municipio de Mante no tiene candidatos para ganar la elección federal, porque ningún panista de esta zona cuenta con suficiente respaldo económico ni político para ganarle al PRI, ya que el sexto distrito electoral federal lo conforman 17 municipios y se tienen 60 días para recorrerlos, lo cual parece casi imposible de hacer si no se cuenta con suficientes recursos.

Por otra parte, Guzmán Quintero asegura que los hermanos Vicente y César Verástegui pudieran hacerlo pero estos panistas definitivamente no trabajan para buscar la candidatura a la diputación federal y por lo tanto, Acción Nacional está perdido en este distrito. ¿Qué tal?

Pero bueno, no es el caso del PAN de Tampico, ni de Reynosa, ni mucho menos de Matamoros, Padilla o Soto la Marina, donde existe una mediana estructura política que si la refuerzan con buenos candidatos, y una inteligente estrategia electoral, pudieran los panistas de estos municipios dar una digna pelea en las próximas elecciones federales.

En fin, si el PAN de Tamaulipas logra unirse después del próximo cambio que tenga en su dirigencia estatal, pudieran dar una sorpresa en las próximas elecciones federales, ya que finalmente Javier Garza de Coss, su actual dirigente estatal, ya no buscará la reelección porque el CEN de su partido se lo impidió, y éste, ha sido su principal obstáculo para crecer y ser un partido más competitivo. Ni más ni menos.

Para finalizar, ahora resulta que los diputados Pepe Rábago Castillo, Edgardo Mehelm Salinas y Alejandro Guevara Cobos buscan la candidatura del PRI al Senado de la República. Y es que aseguran que se merecen la senaduría porque en el estado son políticos reconocidos; gozan de experiencia legislativa y han gestionado un sin número de beneficios para Tamaulipas. ¿De veras?

Sin embargo, sería bueno que estos tres legisladores supieran que no es necesario hacer mucho ruido como lo hicieron en sus informes legislativos ya el Jefe Político de Tamaulipas será quien ponga los nombres y al parecer ellos, aún no aparecen en la lista.

Así que son pocas las posibilidades que tienen estos tres priistas de llegar a la candidatura al Senado. Por ello, siguen vigentes y cada vez con más fuerza: Enrique Cárdenas del Avellano, Marco Antonio Bernal Gutiérrez, Lupita Flores, Paloma Guillén Vicente, Raúl César González García y hasta Diódoro Guerra Rodríguez aunque éste haya dicho que no será.

Al cierre. El desencuentro que Calderón tuvo con los gobernadores en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional pone en peligro su estrategia para las elecciones federales, porque está perdiendo la confianza de los mandatarios y aunque no es lo mismo una cosa y la otra, es decir el tema de la seguridad y el proceso electoral, esto pudiera repercutir y complicar la negociación del apoyo para el candidato de Acción Nacional a la presidencia como se hizo en el pasado. ¿Será? Pues muy pronto lo veremos.