Por lo pronto, descubrieron que el viaje que hizo el dirigente priista y sus dos colaboradores -Balta y Gallardo- lo hizo desde Toluca en uno de los aviones de uno de los socios de Geño Hernández Flores quien le puso a dos de sus más efectivos sirvientes para que lo atendieran en su recorrido por Tamaulipas.
Esto, para muchos tamaulipecos es una mala señal, ya que Balta al parecer necesita de Geño y su pandilla para moverse por el estado, cuando sabe que casi acabaron con Tamaulipas y siguen vigentes como si nunca hubieran hecho nada.
Así que esto confirma que Balta sí es el candidato del PRI por Tamaulipas, será una concesión para el geñismo y esto le puede costar su carrera política, ya que Geño y su pandilla han sido señalados por el FBI, DEA, CIA e Interpol, como lavadores de dinero y si estas organizaciones anticrimen norteamericanas señalan a Balta, pondrán en riesgo su futuro político así como lo hicieron con Erick Silva.
Lo importante es que ahora los tamaulipecos tienen muy claro que Balta, el casi diputado matamorense, se la está jugando con los geñistas, ya que sus antiguos compañeros -los yarringtonianos- están casi aniquilados y se han desaparecido del panorama político estatal por la persecución que las autoridades judiciales mexicanas tienen sobre Tomás Yarrington Ruvalcaba.
Pero bueno, ahora lo que nos falta conocer es sí el dirigente del PRI nacional, César Camacho Quiroz, sabía que Geño Hernández Flores le mando el avión para que se moviera por Tamaulipas, y si esto es así, ahora sabemos que las complicidades que tiene Geño y su pandilla han rebasado los límites del estado y esto es muy grave para el futuro de Tamaulipas.
En fin, la impunidad es uno de lo más terribles cánceres sociales que existen en México, porque su metástasis provoca corrupción, justicia parcial y el saqueo de los recursos del gobierno, y si el dirigente nacional de los priistas, ha pactado con el geñismo para imponer al próximo candidato del PRI al gobierno estatal, sería volver al pasado cuando en el estado reinó la frivolidad, la confusión, la fiesta y el saqueo del erario al por mayor.
¿Acaso este es el nuevo PRI que Enrique Peña Nieto prometió?
Para finalizar, el candidato priista, Edgar Melhem Salinas, es muy coherente en lo que propone. No
se va más allá de lo que le compete a su posición como uno de los posibles legisladores porque ha dicho, palabras más palabras menos:
se va más allá de lo que le compete a su posición como uno de los posibles legisladores porque ha dicho, palabras más palabras menos:
Que al llegar a la Cámara de Diputados pondrá un especial énfasis en legislar por la paz del estado ya que no basta con buscar reformas legislativas que endurezcan las penas y modifiquen la “calificación” de delitos, sino que se debe buscar opciones de fortalecimiento para educación, micro-economía de las familias y, sobre todo, crear programas de valores porque ahí es donde se refuerza el tejido social.
Por cierto, Alejandro Guevara Cobos es otro de los candidatos priistas que es coherente con su propuesta porque rescata de las demandas de la ciudadanía lo que más les duele y esto lo ha hecho su proyecto de campaña como lo es la seguridad.
Por ello, el mantense asegura que se debe generar seguridad para la prosperidad de la gente, y tiene mucha razón, porque al existir seguridad, hay inversión, empleo, circula el dinero, se da el comercio y esto, genera el círculo virtual de la riqueza. Ni más ni menos.
Al cierre. La procuradora Arely Gómez presidió la Primera Reunión Nacional de Delegados y Delegadas Estatales de la PGR, realizada en el Instituto de Formación Ministerial, Policial y Pericial, en San Juan del Río, Querétaro, y ahí mismo hizo un llamado a los delegados en las 32 entidades del país, para que eficienten la procuración de la justicia y reduzcan los tiempos en la integración de las averiguaciones previas.
Finalmente, la procuradora Gómez señaló que las delegaciones estatales deben atender cuatro ejes en su gestión que son:
Uno. La procuración de justicia eficaz y eficiente.
Dos. El respeto a los derechos humanos.
Tres. La transparencia y la rendición de cuentas.
Y cuatro. La debida implementación del sistema de justicia penal acusatorio.
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