Al parecer surgió en la mesa de negociación el protagonismo a ultranza de algunos organizadores que buscan solamente quedar bien con el próximo gobierno y esto echo a perder lo que hubiera sido una gran evento político.
Con este cambio de escenarios a Pedro Carrillo sus colegas del sur le dan la oportunidad para demostrar que su fuerza política es real porque llevará más de 20 mil gentes al evento, y las medallas del reconocimiento por organizar este evento serán solo para él y su equipo de trabajo.
Por otra parte, sus colegas Miguel Manzur y Jaime Turrubiates se han echado a cuestas el compromiso de llenar el Estadio Tamaulipas por completo y esto sí que es un gran trabajo de movilización, pero ya veremos qué pasa porque no la tienen nada fácil.
Por cierto, dicen los que saben de estos asuntos que realizar en domingo un cierre de campaña siempre ha sido difícil, porque al día siguiente se inician las actividades laborales de la semana y si en esta ocasión le agregamos que la Selección Mexicana juega ante Argentina, pues este será un ingrediente extra que influirá definitivamente en la asistencia a los eventos políticos.
Y es que si pierde la selección- que ojalá no pase y la lengua se me haga chicharrón- pues la gente desanimada no sale nunca ni a la esquina de su casa, y si gana, pues claro que tampoco, porque en estos tiempos de convivencia extrema que nos ha tocado vivir por todo el territorio nacional, poco pero muy poco se puede celebrar algo de manera general. ¿Cómo la ven?
En fin, existen algunas voces críticas dentro del PRI que afirman que este tipo de eventos multitudinarios ya no eran necesarios porque la oposición se desapareció del escenario y no existe contra quien competir. Que esto es cómo en la lucha libre… un acto de rudeza innecesaria. ¿Será?
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