Reynaldo y su pastel del Mostachón

La segunda sesión ordinaria del Congreso del Estado del mes de febrero inició un poco tarde, porque Narce Dalia Núñez, esposa de Eliseo Castillo Tejeda, Coordinador General de Gobierno, les tomó las fotos oficiales a los diputados locales y esto impidió que se iniciara a tiempo con los trabajos legislativos.


Sin embargo, esto no fue problema ya que los diputados cooperaron y posaron todos muy contentos para Narce la fotógrafa. Es más, estaban tan de buen humor que hasta le permitieron a la diputada Rosa Muela que se tardara cerca de 5 minutos para que se arreglara el pelo y se maquillara, porque llegó retrasada -como es su costumbre- a la sesión de fotografía.

Pero bueno, sus colaboradores dicen que venía de Reynosa-McAllen de una importante comisión legislativa, y supuestamente nadie le avisó pero eso nadie se lo cree, porque siempre inventa cosas nuevas para justificar sus retrasos a las citas o reuniones.

El asunto es que entre el público que asistió a la sesión había algunos fotógrafos profesionales, que se mostraron sorprendidos al ver que la esposa de Eliseo Castillo volvió a sacar la fotografía oficial de los diputados en el Congreso, cuando en esta legislatura dicen que se pretende ganar la confianza de la sociedad actuando con transparencia y con este tipo de acciones lo único que hacen es todo lo contrario.

Por ello, sería bueno que la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, explicara con detalles porqué no concursaron este trabajo, y se lo asignaron directamente a la esposa de Eliseo Castillo cuando en Tamaulipas existen más fotógrafos, y mejores que ella. ¿Cómo la ven?

En fin, si el Congreso del Estado quiere ganarse la confianza de los ciudadanos debe empezar por transparentar la contratación de los servicios externos que utiliza, y por lo pronto, si va a emplear los servicios de auditores externos, para que apoyen a la Auditoria Superior en la revisión de las cuentas públicas, debería lanzar una convocatoria para que todos los auditores certificados de Tamaulipas que deseen participar lo hagan. Así de simple.

Cambiando de tema. Cuando leímos que la psicóloga Dinorah Blanca Guerra, Secretaria de Desarrollo Social, pretende reactivar económicamente la frontera chica para frenar la migración de las familias hacia los Estados Unidos, nos dimos cuenta que esta distinguida reynosense está aprendiendo muy rápido todo lo que tiene que ver con el gobierno y su papel como un generador del cambio en las regiones.

Sin embargo, esto del desarrollo económico, la creación de oportunidades y el financiamiento de las micro y pequeñas empresas no le corresponden a la dependencia de la que es titular, y sería mejor que revisara bien su manual de organización, para que comprenda que a ella solamente le compete todo lo que tiene que ver con el desarrollo social de Tamaulipas.

Pero bueno, hasta cierto punto entendemos su desorientación ya que nunca antes había trabajado en la administración pública estatal, y es muy seguro que por ello anda un poco despistada, pero deberían ponerle un buen asesor para que la oriente y le diga que es lo que le corresponde y no ande invadiendo otros terrenos. Así de simple.

Por cierto, ¿sabrá Doña Dinorah lo que es el desarrollo social de un estado? Pues ojalá que así sea, porque si no estaríamos como los cangrejos… caminando para atrás.

Para finalizar, dicen que a la gira de trabajo que el gobernador Egidio Torre Cantú realizó por Tula no quisieron llevarse a “ciertos” periodistas críticos, para que no le hicieran preguntas incomodas al SEÑOR, pero que al llegar por aquél lugar que se van dando cuenta que estaban las puras chuchas cuereras del Mante y otros lugares circunvecinos, y eso sí que no pudieron evitarlo.

Así que la raza brava de la zona cañera que se le va encima al Jefe Máximo al cuestionarle algunos asuntos de difícil manejo, y no tuvo más que torearlos y al parecer salió triunfante. ¿Será?

Antes de irnos, el diputado Reynaldo Garza Elizondo fue festejado por su cumpleaños en la presidencia del Congreso de Tamaulipas y sus compañeros de la bancada priista hasta le cantaron las mañanitas. Qué cosas. Definitivamente las costumbres en la política han cambiado. Antes se le hubiera organizado una gran fiesta con carne asada, wiskis, tequilas y cervezas al por mayor. Y ahora con un pastelillo del Mostachón, coca de dieta y café. ¿Qué les parece?