La presencia del diputado Javier “El Berrinches” Gil Ortiz en la reunión con la “clase política” de Altamira ha causado diversos comentarios en algunos círculos de la política, porque el tampiqueño en el sexenio pasado buscó por todos los medios acabar con los líderes políticos más fuertes de este municipio. Quería erigirse como cacique para dominar el territorio, porque su grupo había planeado realizar grandes negocios, pero sin incluir a los altamirenses.
Javier Gil es un arribista de la política que llegó al PRI de Altamira después de participar en el PAN y metió en esa aventura a su socio y compadre, el ex alcalde de Tampico, Oscar Pérez Inguanzo, quien al parecer, en estos momentos anda huyendo por aquello de los desfalcos que cometió a la administración municipal y en este caso, sólo Gil pudiera saber dónde está.
Pero bueno, ese asunto es otro, porque a Javier Gil la llamada “clase política” lo recuerda muy bien, ya que al Berrinches le cumplían desde Victoria todos sus caprichos, tanto así que fue dos veces candidato a la diputación federal y hasta la segunda pudo ganar, porque en su primera participación lo vendieron al PAN y su posición fue para que Betty Collado quien sin hacer campaña llegó a la Cámara de Diputados y ahora es diputada local plurinominal, y coordinadora de la fracción panista en el Congreso de Tamaulipas.
El caso es que “El Berrinches” Gil no vive en Altamira desde que terminó el pasado sexenio; es de lo tamaulipecos privilegiados que se fueron a Cancún, y ahora visita muy poco este distrito electoral, porque sabe que se le acabó la cuerda y la mayoría de los altamirenses lo aborrecen y aunque le pongan buena cara quedó apestado para siempre.
Pero como dicen por ahí, no se hagan bolas, el gobernador Egidio Torre Cantú es un hombre inteligente. Maneja con habilidad los hilos del poder y lo está demostrando. Además, necesita en este momento al Berrinches Gil para que haga su trabajo en la Cámara de Diputados y logré un mayor presupuesto para el estado. Así que el legislador es una pieza clave en este momento para que conseguir más recursos federales y continuar con la obra de infraestructura estatal. Si lo consigue desde la presidencia de la Comisión de Comunicación y Transporte de la Cámara, es posible que le perdonen sus desvaríos financieros y hasta quizás sea activado en el escenario de la política o en el gobierno estatal. ¿Será? Ya lo veremos.
Cambiando de tema. El dirigente del PAN, Javier Garza de Coss, envió un oficio a la Oficialía de Partes del Congreso de Tamaulipas, para informar a la diputada Lupita Flores sobre la expulsión del diputado Leonel Cantú Robles de la fracción parlamentaria de Acción Nacional.
Con esto el panista demuestra que su miopía política tiene largo alcance y urge que el CEN de su partido lo cambie de inmediato porque estas decisiones unilaterales están acabando con este partido político, y de continuar así, en las próximas elecciones sólo servirán de aval para justificar los triunfos del PRI de Lucino en Tamaulipas. Ni más ni menos.
Para finalizar, el Alcalde de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas, está logrando un movimiento cultural sin precedente en su municipio. La Feria Internacional del Libro Politécnica así lo demuestra porque ha tenido un gran éxito, ya que miles de ciudadanos están acudiendo y las ventas de libros -sobre diferentes temas- han tenido mucho éxito. Por cierto, este sábado y domingo habrá una serie de eventos que no debe perderse.
Al cierre. Que Roxana Martínez Castillo impugnará la reelección de Blanca Valles Rodríguez porque no le aceptaron su planilla para competir por la dirigencia del Sindicato Único de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado (SUSPET).
Y es que la autoridad electoral le dijo que le hacía falta un “documento” y técnicamente quedó eliminada. ¡Híjole! Ahora sí que esto se pone bueno. El problema es que no sabemos con quién lo hará, porque Blanca lo tiene todo controlado. ¿O no?
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