Hace unos días, Herminio Garza Palacios, secretario General de Gobierno, dijo que el gobierno del estado trabaja sin tregua para asegurar a los tamaulipecos el bienestar que necesitan, para garantizar la tranquilidad que anhelan y para brindar la justicia que merecen.
Y fue más allá en su discurso al inaugurar el Primer Congreso Nacional de Mecanismos Alternativos para Solucionar Conflictos al decir: “seguimos trabajando y lo seguiremos haciendo para promover una conciencia de la legalidad, una cultura de la paz, para hacer de la justicia una realidad tangible para todos”.
Sin duda que este mensaje impactó en los abogados del país que asistieron a este evento, ya que saben que en Tamaulipas los indicadores de la inseguridad permanecen veces bajan los secuestros y asesinatos, pero aumentan las extorsiones, asaltados en carreteras, los delitos del fuero común y la percepción ciudadana crece, porque la delincuencia aprendió a “cambiar de giro” de acuerdo a las circunstancias.
Esto se está convirtiendo en un gran reto para el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, quien a pesar del esfuerzo que hacen las fuerzas federales en Tamaulipas, su objetivo de darle al estado la seguridad que necesita, para mejorar su desarrollo no se cumple y esto provocará que en las elecciones federales su partido pierda.
Finalmente, creemos que el presidente Peña Nieto debe modificar la Estrategia de Seguridad en Tamaulipas para que el gobierno estatal cambie a algunos de los funcionarios que no le sirven como el procurador Ismael Quintanilla Acosta y el secretario General de Gobierno, Herminio Garza Palacios y supervisar el trabajo que realiza el delegado de Gobernación Rabindranath Juárez Mayorquín, quien envía informes muy favorables de lo que hacen, cuando la realidad es otra.
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