miércoles, 24 de agosto de 2011

Investigan a Gamundi

Si el Partido Acción Nacional de Tamaulipas decide expulsar a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Jorge Díaz Casillas, Zeferino Lee Rodríguez, Ricardo Villarreal Mendoza, Manglio Murillo Sánchez y otros 20 panistas más que se mencionan, tiene muchas posibilidades de convertirse en un partido agachón y anodino, desfigurado por completo, sin cuerpo, alma, vida y corazón.


Y es que Javier Garza de Coss y porristas que le acompañan, más que defender a su partido parece que buscan desaparecerlo o convertirlo en una caricatura, como lo es el PRD en la actualidad que está como la caca del perico. Ni hiede ni apesta. Ni va... ni viene.

Es más, está desaparecido del escenario político tamaulipeco, y no sabemos por qué la autoridad electoral lo mantiene si no tiene razón de existir, no tiene militancia ni seguidores, pero este es otro tema que tenemos que abordar en otra colaboración.

El caso es que los seguidores de Garza de Coss “no pelan un chango a mordidas”, y si los dejan crecer van a convertir a esta organización política en un partido satélite del PRI, cuando en realidad tienen ahora la oportunidad de ganarle al tricolor porque no hay quién lo conduzca, ya que le hace falta un dirigente con más ánimo de trabajar y el Gran Elector está más preocupado por su seguridad, los pagos inmediatos de la deuda y por construir un Estado Fuerte.

Pero bueno, si el PAN nacional no se da cuenta de esta situación es posible que en Tamaulipas se termine con la única opción real que tienen los tamaulipecos para equilibrar el poder, porque los otros partidos se han convertido en espectadores del escenario y no actúan porque sus dirigentes están cooptados por el gobierno.

Además, los contrapesos naturales del grupo en el poder como los principales empresarios y comerciantes del estado ya no viven en Tamaulipas, y los líderes sindicales han sido domados por el sistema.

Así que no hay nadie en el estado quien cuestione, reclame, señale, demande, exija, grite o tan siquiera escupa o miente madres, porque en el gobierno estatal existe complicidad, cunde la ineptitud y socarronería del que dice saberlo todo y no sabe nada.

En fin, Morelitos había dicho que en Tamaulipas nadie estaría por encima de la ley, eso al referirse al zipizape que armaron los panistas al asaltar la sede estatal, pero hasta donde se sabe le salió mal la jugada y no pudieron mediar en este caso, así que dejaron que el CEN de Acción Nacional interviniera para solucionar un conflicto que por ley se debería perseguir.

Con ello, confirmamos que en Tamaulipas si alguien tiene tantitito poder o cree que lo posee, puede hacer lo que le venga en gana y nadie le hará ni le dirá nada. Vivimos en un estado donde la complacencia y la impunidad campean por la comarca y nadie pone orden.

Por cierto, ya que hablamos de Morelitos, éste acaba de informar que en Tamaulipas a partir de que el Ejército Mexicano opera con la policía municipal “el índice delincuencial de delitos comunes, y de alto impacto se ha reducido hasta en un 50 por ciento”. ¿Qué tal, eh?

Por supuesto que esta es una ficción de la realidad y no le vayan a creer porque la mayoría de los delitos, alrededor del 90 por ciento, no se denuncian y lo que pasa en la sociedad, en sus calles y sus colonias, en las carreteras y en los estacionamientos de los centros comerciales, los funcionarios no la perciben desde la comodidad de la oficina, el aire acondicionado, el avión, la sala de prensa, de la Suburban y mucho menos con el permanente cuidado de guaruras.

Así que los funcionarios públicos estatales ahora forman parte de una casta divina, porque les pagamos para que trabajen, los cuidamos, les damos en qué se muevan y luego, hasta quieren que nos traguemos sus mentiras. ¡Qué bárbaros! Ya es mucho. ¿No?

Para finalizar, el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira Valdés, designó al ex gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, como Secretario de Operación Política del CEN del tricolor. ¿Sabrá Moreira que el hidalguense será su sucesor ahora que lo renuncien? Si no es así, pues vaya sorpresa que se llevará.

Antes de irnos, ya nos informaron que en Matamoros corrieron a Elpidio Gamundi Cruz, primo de aquél que les conté, estaba a cargo de la Dirección de Patrimonio Municipal y es investigado por la Contraloría por algunas irregularidades encontradas. Dicen que cobraba 50 mil pesos por no hacer nada, y se sentía el muy muy porque actuaba como le venía en ganas, sin respetar a nadie. ¿Cómo la ven? Por eso, a las víboras no les deben dar alas. ¿O sí?

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